La diferencia entre el crédito y el autoaseguro.
El seguro de crédito y el autoaseguro son dos enfoques de gestión de riesgos muy diferentes. El autoaseguro simplemente significa reservar dinero en caso de deudas incobrables. A menudo, las empresas mantienen una suma en una cuenta bancaria separada solo para emergencias.
Este enfoque de protección empresarial se remonta a los días anteriores a la invención del seguro. Requiere que las empresas mantengan una vigilancia constante, prácticas sólidas de mitigación de riesgos y, a menudo, mucha suerte. También significa que debes renunciar a invertir en tu negocio para protegerte contra lo desconocido.
En un entorno empresarial cada vez más complejo, el autoaseguro simplemente no es suficiente. La insolvencia del cliente o el impago es solo uno de los muchos riesgos que probablemente enfrentará tu negocio. Asegurar que tienes una solución integral, como el seguro de crédito comercial, puede marcar la diferencia entre el crecimiento empresarial y la bancarrota.
¿Vale la pena el riesgo del autoaseguro?
Evitar las primas de seguro puede ser un factor importante en el proceso de toma de decisiones de tu empresa. El autoaseguro permite a tu negocio decidir cuánto reservar para emergencias mientras evitas primas continuas. Pero, ¿qué sucede si tu pérdida es mayor de lo esperado? ¿O si ocurre más de una vez?
Los fondos de autoaseguro pueden agotarse rápidamente y, de repente, el costo de una prima es una fracción pequeña en comparación con el impacto total en tu negocio. Además, libera capital para invertir en el crecimiento de ventas, expansión de mercado u otras oportunidades. Muchas empresas inteligentes están de acuerdo en que el riesgo y el costo de oportunidad del autoaseguro simplemente no valen la pena.
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